Sin ciencia no hay posibilidad para la cultura ni educación modernas

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Por José Zalazar

La educación es, sin duda alguna, una de las asignaturas que más suena en todo el mundo por los replanteamientos que exige un cambio de era como en el que vivimos y son cada vez más las voces que se alzan en pos de un sistema educativo funcional que lance óptimos resultados que beneficien a la sociedad en su conjunto.

Mario Bunge es una de esas voces que desde hace decenios viene emitiendo críticas constructivas a distintos componentes de la educación desde una perspectiva sistémica y Juntos por la Educación tuvo la oportunidad de obtener sus consejos que sin duda iluminarán el escarpado camino de enderezar los lamentables resultados académicos del sistema educativo paraguayo.

Mario Bunge. El País.

La educación es, sin duda alguna, una de las asignaturas que más suena en todo el mundo por los replanteamientos que exige un cambio de era como en el que vivimos y son cada vez más las voces que se alzan en pos de un sistema educativo funcional que lance óptimos resultados que beneficien a la sociedad en su conjunto. Mario Bunge es una de esas voces que desde hace decenios viene emitiendo críticas constructivas a distintos componentes de la educación desde una perspectiva sistémica y Juntos por la Educación tuvo la oportunidad de obtener sus consejos que sin duda iluminarán el escarpado camino de enderezar los lamentables resultados académicos del sistema educativo paraguayo.

PENSAMIENTO CIENTÍFICO EN LAS AULAS

Ante la consulta del rol del pensamiento científico en las aulas, el maestro Bunge responde que “una educación con poca ciencia o ninguna es la que se impartía antes de la Revolución Científica ocurrida hacia 1600. Desde entonces todas las escuelas modernas incluyen rudimentos de información sobre matemática, física, química, biología y ciencia social, porque quien las ignore estará condenado a hacer trabajos manuales primitivos, como cavar pozos y acarrear bultos sobre el lomo”.En otras palabras, Bunge sugiere que retirar el método científico del sistema educativo es directamente una condena a las generaciones presentes y futuras a un estancamiento en el pasado y por ende someter a todo el país a un retroceso permanente.

SOLUCIONES SISTÉMICAS

Muchas veces los problemas complejos son abordados de manera simplista y sectorial, es decir, sin una perspectiva científica y los resultados hablan por sí mismos. No todo discurso académico necesariamente es científico y esto implica un riesgo para el sistema educativo (por ejemplo) ya que decisiones sumamente importantes que pueden afectar a las métricas van en paralelo al método científico ya que no tienen respaldo empírico porque no fueron puestas a prueba previamente y son dictaminadas desde un buró. Una de las finalidades del método científico es la “predictibilidad” de los acontecimientos. Es decir, tanto en las aristas de las ciencias formales como la matemática y la lógica, las naturales o las sociales la ciencia busca afanosamente descubrir las variables que afectan a determinado fenómeno, manipularlas y establecer leyes para prever los acontecimientos que vendrán de las mismas.

EMPIRISMO

Lo que no se mide no existe, es una alocución típica del ámbito científico, por lo que crear espacios como laboratorios donde se pongan a prueba las teorías y se las compruebe son sumamente importantes, ya que es ahí donde el alumno descubre y está comprobado que cognitivamente el nivel de aprendizaje al hacer las cosas es muy superior que el aprendizaje “leído”, es decir, sin pasarlo a la práctica o como decía el sabio Confucio: ‘me lo contaron y lo olvidé, me lo explicaron y entendí, lo hice y lo aprendí’.

MÉTRICAS

Bunge, por otra parte, es un gran crítico de las evaluaciones estandarizadas que en cierta forma desvirtúan la educación y el aprendizaje convirtiéndolas en números cosméticos que nada tiene que ver sobre el rendimiento académico del alumno. La dedicación completa es otro tópico que se debe replantear en el país tanto en profesores como en alumnos ya que si un sistema educativo permite hacer muchas cosas al mismo tiempo es porque el nivel de dificultad es bajo, tan bajo que los rankings de competitividad a nivel mundial tienen como coleros a esos sistemas.

CONCLUSIÓN

En suma, Mario Bunge señala a Juntos por la Educación que “una formación científica asegura una existencia interesante y una coexistencia pacífica, que incluye el intercambio de bienes culturales como libros, revistas y filmes. Sin ciencia no hay cultura ni educación modernas, que faciliten la formación de ciudadanos empleables y dispuestos a contribuir al adelanto de sus patrias. Saber para gozar de la vida y ayudar al prójimo a gozarla en paz y con provecho”.

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