¿Invertir en materias primas? Algunas razones para su inversión

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Estrategias de Inversión

Tras una década de un mercado bajista en materias primas, en 2021 algunos gestores levantaron su voz insistiendo que era momento de entrar en esta otra clase de activos como una manera de cobertura ante las presiones inflacionarias que se aproximaban, entre ellos UBS, Morgan Stanley y Cobas AM.

En 2021 el índice Bloomberg Commodity Index subió 27%, mientras que otro índice de referncia como el S&P GSCI subió 40,35%. De esta manera el sector de materias primas se posicionó como el claro ganador del año, con el petróleo como el gran protagonista al alza mientras que los metales preciosos languidecieron:

Nos aproximamos a un periodo dondo podrían darse mayores ganancias para algunos productos básicos como el petróleo, gas, cobre y productos agrícolas, ya que las grandes tendencias: Inflación, China y la transición a energía verde aún se mantienen fuertes. Según apuntaba Michael Hartnett en su reporte semanal The Flow Show en viernes, el precio de la necesidades básicas de las personas como comida, calefacción y vivienda se ha disparado, con los precios mundiales de los aliments con subidas del 27% interanual. Con ello, existe la posibilidad de invertir en esta clase de activo como una cobertura a las grandes tendencias antes mencionadas, pero hay que elegir con precaución y tener en cuenta que algunos factores de apoyo tienen implicaciones diferentes a corto y largo plazo, con lo que es mejor ir de la mano de fondos gestionados activamente, para la parte estrucural de la cartera y así aprovechar las tendencias de la mejor manera posible, añadiendo algún que otro ETF.

Haciendo memoria, a mediados del 2021 Cobas AM apostaba por el cobre, gas natural licuado y petróleo y ¿qué ha pasado con estas materias primas? Pues empezando por el cobre, a pesar de los altibajos, se encuentra en niveles máximos de los últimos años, y según apuntan algunos analistas técnicos y también fundamentales, el precio podría continuar subiendo debido, como ya decíamos entonces, que el cobre no sólo está detrás de la transformación energética, ya que se necesitan de 4 a 5 veces más cobre en los vehículos eléctricos que en los de combustión tradicional, pero además está presente en la industria de la construcción que hoy por hoy es uno de los principales consumidores de cobre (cableado, tuberías de aguay gas, sistemas térmicos, etc), que cuentan con el respaldo de los planes de estímulo fiscal.

El petróleo . . . ni que decir que no lo suframos todos al momento de pasar por la gasolinera. El máximo del último año rozó los 85 dpb, y aunque ahora se encuentre por arriba de los 80 dpb, ha cerrado la primera semana del 2022 con la mayor ganancia (+5%) desde finales de noviembre ante los disturbios en Kazajistán y las interrupciones en Libia. Se trata de materia cuya demanda no es discrecional y es relativamente poco elástica, al ser un bien bsolutamente necesario todavía para el día a día, a pesar de la “penalización” a la que se ha visto sometido el sector de energías fósiles por los activistas climáticos, y su capex se ha visto mermado en la última década.

Los mayores precios de la energía hacen que también aumenten los precios de algunos productos agrícolas, y por tanto mayor probabilidad de que los agricultores siembren menos o que aumenten los precios de sus productos, elevando así los precios de productos básicos como maiz, soja y trigo.

Respecto al gas natural licuado, nos encontramos en medio de una crisis energética inédita que obliga a los países a buscar nuevas fuentes para garantizar su suministro, ya que los precios del gas natural en Europa se han quintuplicado en el último año. La demanda desde Asia ha venido creciendo a una tasa del 9% anual compuesto desde el año 2015 y se estima que su crecimiento durante la presente década rondará el 4% anual compuesto, y se ha dado a conocer que China fue el mayor importador mundial de GNL en 2021, aumentando en un 17,8% sus compras según la consultora IHS Markit. China reforzó y lo seguirá haciendo, como medida para garantizar el suministro de energía de cara a la temporada invernal tras la crisis eléctrica que azotó a diversas partes del país en septiembre. La gestora Cobas AM consideraba que al impulsarse de alguna forma como “la energía de transición” hacia energías renovables ofrece oportunidades de inversión.

Entre los fondos de materias primas, lo mejor es elegir aquellos diversificados, con exposición a una ampllia gama de materias primas. Los hay apalancados o con exposición inverso. En Morningstar está la categoría de Materias Primas y de ahí estos fondos:

Vontobel es una casa que valoramos mucho. Los gestores siguen un proceso de inversión replicable y meticulosamente estructurado. Tiene una gama muy amplia de estrategias de inversión tanto en renta variable, renta fija y multiactivos, a través de su modelo multiboutique: Quality Growth, Sustainable Equities, Fixed Income, Twenty Four y Multi Asset. Entre los fondos disponibles de esta gestora en materias primas están:

  • Vontobel Non-Food Commodity Fund: que aunque nos parece atractivo, consideramos que es mejor tener uno que invierta en todo el espectro de materias primas. Este fondo ha alcanzado una rentabilidad a 60 meses del 14,28%. En los escasos días de este 2022 alcanza una rentabilidad que ronda el 3%, mientras que en 2021 cerró con 29,94%, aunque en 2020 cayó 7,47%. El TER del fondo a 36 meses es de 1,74%, prácticamente en la media de su sector, mientras que la volatilidad en el periodo es un poco más alta, del 20,9%. El fondo, con más de 7 años desde su lanzamiento alcanza los casi 200 millones de dólares.

En torno al 46% del fondo está invertido en el sector energía, algo más del 42% en metales industriales, cerca del 14% en metales preciosos y 6,2 en emisiones.

  • Otro de los fondos de esta casa es el Vontobel Fund Commodity, que aún cuando a 60 meses se queda ligeramente por detrás del anterior en rentabilidad (12,32%), nos parece una mejor alternativa al estar más diversificado, ya que la cartera, además de tener exposición a energía (42,4%), metales industriales (22,1%), cereales (21,9%), materias primas blandas (13,4%), Emisiones (6,7%), metales preciosos (5,7%) y marginal en ganadería. El fondo cerró 2021 con una rentabilidad del 32,7%, y en lo que va del año lleva 2,5%. La volatilidad anualizada del fondo a 3 años es del 19,57%, un TER del 1,94% y un patrimonio mayor al anterior, de casi 400 millones de dólares. El fondo a un año se posiciona en el segundo lugar por rentabilidad entre los competidores, mientras que a 3 y 5 años en el tercer lugar.

Y por último, un fondo diferenciador es el de la gestora Pimco, en este caso el fondo Pimco GIS Commodity Real Return Fund, gestionado por Nic Johnson y Steve A. Rodosky (ambos rating A de Citywire) y Lorenzo Pagani. El fondo alcanza una rentabilidad del 10,25% a 36 meses, mientras que en 2021 cerró con el 29,21%. En fondo tiene una antiguedad superior a los 9 años, con un patrimonio de 1.444 millones de dólares. Es el mayor de los fondos de su categoría, con una consistencia a corto, medio y largo plazo, lo que hace que siempre esté entre la primera y segunda posición por resultados. En fondo es diversificado, invirtiendo en todas las materias primas, así como instrumentos derivados garantizados por una cartera de duda pública mundial indexada a la inflación y con baja duración, con lo que es un instrumento ideal de protección a inflación, y diferente a los anteriores. La exposición a materias primas y bonos indexados a la inflación era la siguiente en noviembre de 2021:

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