Reseña del libro “Este dolor no es mío: identifica y resuelve los traumas familiares heredados” de Mark Wolynn

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Por José Zalazar

Partiendo de la premisa, si la persona está bien, su carrera irá bien, hacemos un análisis al libro cuyo título original en inglés “Eso no comenzó contigo” del psicólogo estadounidense Mark Wolynn que da a entender de esa forma al lector el propósito de su investigación. Demostrar con evidencia científica que la familia como núcleo central de la sociedad al mismo tiempo es un formador de opiniones y también puede ser el causante de varios pesares e incluso trastornos psicológicos de sus miembros.


Observaciones


Toda reseña siempre tendrá una cota de análisis en base al estilo del autor. Cómo se trata de un tema ciertamente delicado y el libro en cuestión siempre tuvo controversias desde su primera edición en 2016, en este momento está logrando un impacto editorial en la masa crítica latinoamericana por lo que corresponde una evaluación más en contexto.


Primeramente, habría que señalar que la psicología a diferencia de otras ciencias fácticas es una disciplina que no cuenta con un consenso total en cuanto a qué es lo que determina o condiciona el comportamiento humano.

A diferencia de la física, por ejemplo, con leyes más claras y precisas que se pueden predecir ciertos fenómenos asociados al objeto de estudio, por ende, epistemológicamente, el astrofísico Stephen Hawking solía decir que la psicología es en efecto, la última frontera del conocimiento.


En este caso, el libro consta de unos estudios hechos en el mundo anglosajón que culturalmente difiere del contexto hispanoamericano. Así que como se dice en periodismo: a cada texto su contexto.


Generalidades


Depresión, ansiedad, dolores crónicos, fobias, pensamientos obsesivos, etc. Son sólo algunos de los patrones de conducta observables que pueden tener origen en problemas que llevan generaciones en la familia. La evidencia científica muestra según Wolynn que los traumas pueden ser heredados y que existen pruebas fiables de que muchos problemas crónicos o de largo plazo pueden no tener su origen en las vivencias inmediatas o en desequilibrios neuroquímicos, sino en las experiencias de nuestros ancestros.


Wolynn, fundador y director del Instituto de Constelaciones Familiares (FCI) y pionero en el estudio de los traumas familiares heredados, presenta el libro con un enfoque alternativo para los problemas que no han podido ser aliviados mediante la terapia tradicional, los medicamentos, etc. El papel que desempeña la herencia traumática en la salud emocional y física es muy superior al que se le había atribuido hasta hoy.


Simbiosis


Para explicar dicho fenómeno el autor recurre al concepto biológico de “epigenética” que a diferencia de la genética tradicional consiste en una rama relativamente reciente de la ciencia que se dedica al estudio de los factores ambientales sobre los genes (genotipo). Y que más tarde pueden ser comprobados físicamente (fenotipo). Por ejemplo, así se puede explicar por qué algunos animales cuentan con un tipo de pelaje en algunas zonas climáticas aun siendo de la misma especie.

Cabe recordar que el ser humano es un simbionte, es decir, no es indiferente a su entorno, no es un sistema cerrado. Todo lo contrario, interactúa constantemente con su ambiente.


Esto no deja de levantar controversias ya que un concepto biológico aplicado a la psicología siempre tendrá oposición porque las escuelas de Psicología no tienen un consenso absoluto como se había mencionado anteriormente. Por lo tanto, recurre a las neurociencias cognitivas y otras disciplinas científicas para argumentar los postulados que puedan explicar los distintos matices de la intrincada conducta humana.


“En mi actividad profesional como maestro y orientador de talleres he combinado las ideas y los métodos que adquirí en mi formación sobre los traumas familiares heredados con mis conocimientos sobre el papel crucial del lenguaje. A este enfoque lo denomino planteamiento del lenguaje nuclear. Empleo preguntas concretas para ayudar a las personas a encontrar la causa raíz de los síntomas físicos y emocionales que los mantienen empantanados”. Menciona el autor del libro.


Descodificación


La segunda parte del libro el escritor desarrolla una especie de lenguaje para comprender más asertivamente esas desviaciones atípicas que pueden estar presentes en la familia y que puedan tener un efecto muy directo sobre sus miembros, sin que ellos se estén dando cuenta. Por ejemplo, algunas heridas del pasado ya sea por inmigración, racismo, clasismo, o condiciones muy extremas, persecuciones, etc.


Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es que si hay un problema es porque hay solución. Y que mediante el diálogo se pueden destrabar muchos problemas dentro de la familia nuclear. Para esto el autor desarrolla unas preguntas disparadoras con respecto a la sintomatología, en rasgos como la culpa, el temor, etc.


El rol de las religiones como formadores de opiniones siempre afectarán al entorno de la persona en algunos hechos de su vida como por ejemplo un divorcio, no es lo mismo en un país católico conservador que en un país protestante liberal y con una perspectiva distinta sobre el tema.


También existen otras características culturales como el hecho tan observado, sociológicamente en el mundo hispano de cierta obsesión por la tragedia. “El infortunio se ha enamorado de nosotros” como solía decir Augusto Roa Bastos al referirse al Paraguay. Lo que hace encarar de manera muy distinta aquellos “fracasos sociales”.


Existen algunos países y/o culturas que son ciertamente más sofisticadas al respecto como el pueblo judío que mediante sus ritos de sanación, hacen duelo de las pérdidas económicas o morales. Como por ejemplo los hombres al perder a un familiar cercano se dejan la barba por 30 días en señal de duelo o la famosa peregrinación al muro de los lamentos. Así como se puede “somatizar el dolor, se puede somatizar la sanación”.
En Estados Unidos se encara de manera muy distinta el fracaso como un camino al éxito en la búsqueda del sueño americano.

O incluso países como Finlandia, que dedican un día al año como el “día del fracaso” donde los ciudadanos cada 13 de octubre se reúnen a comentar sobre qué fue lo que lo que originó ese tropiezo, socializarlo y de esa forma desestigmatizarlo como una derrota social y convertirlo en una lección en la vida.


En suma, apenas se puede dar un raspado muy superficial al intrincado tema de los “Traumas Familiares” pero siempre atendiendo a las controversias mencionadas que se dejan a discreción del lector, no sin antes seguir recomendando su lectura.

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