Una nueva «triple alianza», pero esta vez contra Uruguay

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Por José Zalazar

Una nube gris se cierne sobre el cielo charrúa tras la estrategia del presidente uruguayo Louis Lacalle Pou de adicionar a su país al acuerdo transpacífico. Una decisión unilateral que para el efecto ya tiene como emisario al canciller uruguayo Francisco Bustillo en una gira por Australia y Nueva Zelanda. Esto ocasiono la reacción inmediata de sus pares mandatarios.

En efecto, Mario Abdo Benítez, Alberto Fernández y Jair Bolsonaro por medio de un comunicado oficial divulgado por la plataforma Twitter advirtieron a Uruguay que actuarán con el máximo rigor jurídico para evitar que se rompan las normas estructurales del bloque regional. Una decisión sin precedentes en el trienio de vida del Mercosur.

“Ante las acciones del gobierno uruguayo con miras a la negociación individual de acuerdos comerciales con dimensión arancelaria, y teniendo en cuenta la posible presentación, por la República Oriental del Uruguay, de un pedido de adhesión al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), los Coordinadores Nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay ante el Grupo Mercado Común del Mercosur tiene a bien comunicar a la Coordinación Nacional de Uruguay que los tres países se reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para defender sus intereses en los ámbitos jurídicos y comercial”, expresa el comunicado oficial signado por los cancilleres de Paraguay, Brasil y Argentina.

Lo anterior se debe a que de esta forma Luis Lacalle Pou desarrolla una agenda al margen de sus socios comerciales del Mercosur, violando los principios contractuales del mismo.

Si bien ya hubo antecedentes hace unos meses, Montevideo anunció negociaciones con China para cerrar un pacto bilateral excluyendo al Mercosur. Ahora se conoció que intenta sumarse por cuenta propia al Acuerdo Transpacífico que lideran Nueva Zelanda y Australia.

El bloque del Acuerdo Transpacífico está integrado por Australia, Nueva Zelanda, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Perú, Singapur y Vietnam, lo que implica el 13 % del PIB mundial y un mercado de más de 500 millones de habitantes.

Lacalle Pou cree que el Mercosur es un cuello de botella comercial para Uruguay y tiene una hoja de ruta que apunta a lograr una serie de tratados de libre comercio a escala global.

Ya dio el puntapié inicial con China Continental, y ahora continúa con el acuerdo Transpacífico, pese a las estrictas limitaciones jurídicas que imponen las normas vigentes del Mercado Común del Sur.

El límite establecido en el Mercosur es muy claro: “los acuerdos se hacen entre los cuatro socios y la contraparte internacional, no hay acciones unilaterales ni avances diplomáticos en soledad” indica el acuerdo. Por eso, llamó la atención en Buenos Aires, Brasilia y Asunción que Lacalle Pou avanzará con el Acuerdo Transpacífico.

Ya hubo una protesta formal dentro del Mercosur cuando Lacalle Pou anunció sus intenciones de firmar un acuerdo con China, pero ese reclamo no desalentó la estrategia del jefe de Estado uruguayo.

La semana que viene, en Montevideo, Lacalle Pou entregará la Presidencia Pro Tempore del Mercosur a Alberto Fernández. Será una cumbre compleja por las diferencias políticas entre ambos mandatarios.

Independientemente a la presentación que hará el canciller Francisco Bustillo mañana en Nueva Zelanda para sumar a Uruguay al Acuerdo Transpacífico. Con la reacción expresada en el comunicado oficial de hoy, con el aval de Alberto Fernández, Bolsonaro y Abdo Benítez quizá estamos presenciando un antes y un después en los treinta años de vida institucional del Mercosur.

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