(Bloomberg) — Los continuos brotes de covid-19, la disminución del apoyo fiscal y las dificultades en las cadenas de suministro harán que la recuperación económica mundial se enfríe más de lo previsto en 2022, después de que la expansión del año pasado registró el ritmo posrecesión más rápido en ocho décadas, según el Banco Mundial.
Se prevé que el crecimiento mundial se desacelerará al 4,1% este año, frente a la estimación de junio de un 4,3%. Aunque se proyecta que la producción volverá a las tendencias previas a la pandemia en 2023, en los mercados emergentes y las economías en desarrollo se mantendrá muy por debajo de dichas tendencias.
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